LA MACA: LA MAYOR ENEMIGA DE LOS FUEGOS ARTIFICIALES DEL AÑO NUEVO
La polémica en torno a los fuegos artificiales en Viña del Mar ha sido un tema constante desde que la actual alcaldesa, Macarena Ripamonti, asumió la administración municipal. Este año, el clásico espectáculo que marcaba la llegada del Año Nuevo estuvo envuelto en controversias que evidencian una cadena de errores y decisiones cuestionables que amenazan con borrar uno de los mayores íconos turísticos de la comuna.
El fin de una tradición bajo la lupa
Desde su campaña electoral y cuando ya asumió en el 2021, Ripamonti dejó claro su rechazo a los fuegos artificiales, argumentando que generaban consecuencias negativas tanto para las personas como para los animales. En sus declaraciones, mencionó los efectos perjudiciales para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), el impacto en las mascotas y un supuesto daño social que, según ella, justificaban su eliminación.
Sin embargo, esta postura no es nueva. La alcaldesa también ha mostrado rechazo a otras tradiciones y símbolos históricos de la ciudad, como los carros alegóricos y el Hotel O’Higgins, al que criticó públicamente durante el estallido social de 2019. Para Ripamonti, Viña del Mar parece ser una ciudad que necesita reinventarse eliminando sus mayores atractivos.
Impacto en el turismo y la economía local
La eliminación de los fuegos artificiales, lejos de ser una decisión menor, ha generado preocupación entre actores clave del turismo y la hotelería. Viña del Mar, conocida internacionalmente como una de las principales ciudades turísticas de Chile, ha basado gran parte de su atractivo en eventos emblemáticos como el espectáculo pirotécnico de Año Nuevo, considerado uno de los mejores de la región.
La falta de fuegos artificiales no solo afecta la imagen de la ciudad, sino también a miles de emprendedores y empresas que dependen de la masiva llegada de visitantes para estas fechas. Mientras otras ciudades, como Río de Janeiro, continúan deslumbrando con espectáculos de este tipo, Viña del Mar parece retroceder, perdiendo competitividad y relevancia.
¿Qué pasó con la consulta ciudadana?
Aunque en su momento Ripamonti aseguró que consultaría a los vecinos sobre la continuidad de los fuegos artificiales, esta promesa quedó en el aire. En lugar de un diálogo transparente, se han tomado decisiones que parecen responder más a convicciones personales que al sentir de la comunidad.
Un “gobierno de cuidados” cuestionado
La administración de Ripamonti ha promocionado el concepto de un “gobierno de cuidados”, pero las acciones no parecen estar a la altura del eslogan. Mientras se eliminan eventos que beneficiaban a todos los vecinos y atraían turistas, las políticas municipales se concentran en atender a grupos específicos, dejando de lado el bienestar general de la comuna.
Los viñamarinos y los turistas que alguna vez vieron en Viña del Mar un destino festivo y vibrante ahora enfrentan un panorama deslucido. Lo que alguna vez fue una tradición que unía a la comunidad y mostraba lo mejor de la ciudad, hoy se convierte en un recuerdo, sepultado bajo decisiones que, para muchos, carecen de sentido común y visión de futuro.