LA MOCHILA DE DEUDAS QUE DEJÓ SOFÍA GONZÁLEZ POR EL MEGA INCENDIO
El nuevo delegado presidencial, Yanino Riquelme, enfrenta uno de los mayores desafíos administrativos de su gestión: una abultada deuda heredada de su predecesora, Sofía González, relacionada con la emergencia del incendio del verano pasado.
Durante la crisis, la delegación presidencial recurrió a la contratación directa de varios proveedores para atender necesidades urgentes, como el arriendo de hoteles, camiones y la habilitación de centros de acopio. Sin embargo, gran parte de estos acuerdos se realizaron de manera informal, mediante correos electrónicos, sin respaldos como órdenes de compra ni facturas.
A nueve meses del siniestro, los proveedores aún no han recibido sus pagos. Algunos han declarado la quiebra y otros se encuentran al borde de la insolvencia. Según fuentes cercanas, la deuda acumulada supera los 2 mil millones de pesos, lo que ha generado preocupación no solo entre los acreedores, sino también en las autoridades locales, quienes temen enfrentar demandas legales por esta negligencia.
Desde la delegación presidencial señalan que la responsabilidad de procesar los pagos recae en la Subsecretaría del Interior, organismo que hasta ahora no ha dado una respuesta clara sobre el retraso. Mientras tanto, la mochila de deudas heredada por Sofía González sigue pesando sobre la gestión de Yanino Riquelme y pone en jaque la confianza de los proveedores en el Estado.