La defensa de la Señora K a las candidatas a diputadas, Marlen Olivarí y Carola Julio, ha desatado una ola de críticas, pero también de halagos, que la posicionan como la verdadera «reina de la farándula política» de la Quinta Región. En un medio de comunicación regional, la exgobernadora de Valparaíso salió en defensa de las figuras de la televisión, generando un debate sobre la legitimidad de su postura, dada su propia trayectoria en el espectáculo político.
De «Primer Plano» a los cafés políticos: La trayectoria de una estrella
La aparición de la señora K en los medios defendiendo a sus «colegas» ha generado un sinfín de comentarios en redes sociales. Mientras la Región Metropolitana se regocija con el regreso de programas icónicos de la farándula, en Valparaíso ha surgido una nueva categoría: la farándula política. Y, según los analistas, la señora K ha demostrado ser una de las figuras más destacadas de este género.
Su trayectoria está marcada por movimientos que parecen dignos de un guion de televisión. En el año 2019, por ejemplo, sorprendió a todos al anunciar su candidatura a la alcaldía de Valparaíso representando a Evópoli, compitiendo contra figuras de peso como Leonardo Contreras y Carlos Bannen. Luego, justo antes del estallido social, renunció a su cargo de gobernadora provincial para, semanas después, reintegrarse al equipo de asesores del intendente Jorge Martínez.
Sus apariciones públicas, que van desde reuniones en el Club Alemán hasta visitas a los municipios de Puchuncaví y Zapallar, han alimentado la idea de que la señora K es una experta en manejar la exposición mediática. No es solo una política, es una celebridad que sabe cómo mantener su nombre en los titulares.
Un apoyo con doble sentido
Por eso, el apoyo de la señora K a Olivarí y Julio no sorprende. Más allá de las afinidades políticas, se trata de una de las pocas personas en la región que puede entender la dinámica de combinar fama y poder. La farándula, en su versión política, no se trata solo de chismes y escándalos, sino de la habilidad para moverse en diferentes círculos y mantener una red de contactos que abarca a la izquierda y la derecha, con cafés y reuniones que son tan mediáticas como cualquier primicia de televisión.
Al final del día, el mensaje es claro: en un país donde la política se mezcla cada vez más con el espectáculo, la señora K es, sin duda, la maestra del show. ¿O deberíamos decir, la reina?
¿A qué le llaman «farándula»? La Señora K Defiende a sus Colegas de la Pantalla Chica y es Nombrada Reina de la «Farándula Política» de Valparaíso

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