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Por Félix Mora Sanzana. Coordinador Red Plurinacional de Juezas y Jueces de Las Américas.

Desde hace un tiempo, se han observado prominentes figuras públicas clamando por la necesidad de inversiones en nuestro país y llamando urgente a aprobar el llamado TPP-11. Senadoras y senadores, diputadas y diputados, nos hablan de este tratado, el cual debe ser ratificado por el Presidente Boric, y del cual se intenta decir que sería la panacea para nuestro país.

Desde la Unión Demócrata Independiente, el senador, Juan Antonio Coloma, manifestó que “hay grupos que no le gustan los tratados internacionales, que prefieren el antiguo Chile, más cerrado, más restringido…Este es un paso decisivo, muy importante para entender el mundo que viene y no basta con decir no a las políticas de integración”. Resulta paradójico que el senador Coloma, nos hable de integración en un país que es altamente segregado.

La pregunta que surge es que si bien es cierto nuestro país, como cualesquier otro, necesita inversión para su desarrollo, cualesquier tratado comercial sea el TPP-11 u otro, solo continuaría perpetuando la desigualdad existente. Es fundamental ordenar nuestras prioridades, inversión, debe existir, pero esta, debe ir acompañada de financiamiento donde no ha existido, como es la educación, permitiendo hasta hoy una terrible segregación y abandono. No he observado a ninguno de nuestros representantes, exigiendo que se invierta en la piedra angular para el desarrollo de un país, que es, sin lugar a dudas la educación. En educación navegamos como un barco sin un rumbo claro, capeando tempestades sin una carta geográfica coherente.
Debiéramos evaluar por ejemplo, la experiencia que vive Singapur, considerada como una de las experiencias más exitosas en el mundo. Por qué Singapur? Este es un país pobre sin recursos que en los años sesenta, recién obtenida su independencia, tenia un Producto Interno Bruto que no alcanzaba a la mitad del PIB de Chile. No obstante, hoy se alza como una de las principales economías del orbe.
¿Qué hicieron bien Lee Kuan Yew y Singapur? para alcanzar este éxito? Los logros de Lee Kuan Yew, quien fuera Primer Ministro, desde 1959 y 1990 y Secretario General del partido Acción Popular, y que también participó en la separación de Singap y la Federación Malaya han sido objeto de un gran debate desde su muerte. Pero un aspecto central de su éxito fueron las inversiones que él y sus sucesores, hicieron en educación. Su estrategia, decía a menudo, era «desarrollar el único recurso natural de Singapur, su gente».
Hoy en día, Singapur se sitúa habitualmente entre los mejores resultados en materia de educación, según el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) de la OCDE.
Lee Kuan Yew no vaciló en adoptar las medidas que resultaran útiles para la empresa de construcción de la nación. Un sistema nacional de generosas becas, (imposible comparar con el llamado CAE, en nuestro acongojado país), permite a los mejores estudiantes cursar estudios en algunas de las principales universidades del mundo, incluso mientras Singapur desarrolla sus propias instituciones de categoría mundial. Además, con sueldos iniciales superiores a la media nacional, la profesión docente atrae, desarrolla y retiene a algunos de los mejores graduados. El plan de estudios de la enseñanza secundaria, educativa se centra principalmente en los estudiantes y los profesores.
Por otra parte, el sistema educativo de Singapur está basado en los méritos, al centrarse en la identificación y el desarrollo de los mejores talentos y lo que es igualmente importante, al orientarlos hacia el servicio público, los becarios del gobierno están obligados a servir en el sector público durante un mínimo de dos años por cada año de estudio. El mismo enfoque de mérito…

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