En un fallo que desnuda el «rostro oscuro» de la administración municipal de Viña del Mar, la justicia laboral ha sentenciado a la casa edilicia por vulnerar los derechos fundamentales de Jorge Cafena Garfe. El funcionario, con casi 40 años de servicio, fue relegado a un «departamento fantasma» sin funciones, sin personal y confinado a bodegas y dormitorios antiguos en un acto de humillación sin precedentes.
La justicia ha hablado y el veredicto es devastador para la gestión de Macarena Ripamonti. El Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso acogió la denuncia de tutela laboral interpuesta por Jorge Eduardo Cafena Garfe, declarando que la Municipalidad de Viña del Mar incurrió en actos de acoso laboral y vulneración a la integridad psíquica y a la no discriminación.
El «Castigo» en la Mazmorra Municipal
El calvario de Cafena, quien llegó a percibir una remuneración de más de $5,3 millones y ocupaba el grado 3 del escalafón directivo, comenzó tras haber denunciado irregularidades internas. Como represalia, fue destinado al Departamento de Programas Estratégicos (DPE), una unidad que según el fallo era un «departamento fantasma» que no funcionaba desde 2019.
Los detalles revelados en el juicio son indignantes:
* Aislamiento Físico: El directivo fue obligado a trabajar inicialmente en el subsuelo (zócalo) de la municipalidad, en un espacio que funcionaba como bodega de archivos, calificado por testigos como «frío, sucio e insalubre».
* El Destierro en el Hotel: Posteriormente, fue trasladado a una habitación del Hotel O’Higgins, un dormitorio antiguo que aún conservaba las marcas de las camas en las paredes, sin las condiciones mínimas para un director de su rango.
* Sin Tareas ni Equipo: A pesar de ser director, durante años no se le asignó personal a cargo ni funciones específicas, dejándolo en un estado de «ostracismo» y «ninguneo» profesional.
Daño Psíquico y Humillación Pública
La persecución no fue solo administrativa. El peritaje psicológico confirmó que Cafena sufre un trastorno adaptativo mixto provocado directamente por el ambiente hostil. Incluso se denunció que la alcaldesa Ripamonti llegó a burlarse e imitar la voz del funcionario en una entrevista radial, sumando una capa de humillación pública al maltrato interno.
El tribunal también acreditó un intento de «muerte civil» profesional: el administrador municipal, Erick Layana, precalificó a Cafena con notas deficientes (Lista 4 de eliminación), a pesar de que el funcionario siempre tuvo evaluaciones de excelencia. Esta calificación tuvo que ser revertida posteriormente por la propia alcaldesa tras una apelación.
Millonaria Reparación
Como consecuencia de este actuar arbitrario y abusivo, el tribunal ordenó a la Municipalidad de Viña del Mar:
Cesar inmediatamente los actos de acoso y discriminación.
Habilitar un departamento real, con presupuesto, personal y tareas concretas.
Pagar una indemnización de $53.800.480 por concepto de daño moral.
Este fallo sienta un precedente crítico bajo la nueva Ley Karin, castigando las políticas de aislamiento y maltrato que, según los testigos, se han vuelto una herramienta de «descabezamiento» contra los funcionarios más antiguos de la ciudad Jardín.
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