A menos de nada para el próximo asalto electoral, el ambiente político se ha llenado de la habitual pirotecnia: candidatos al Congreso intentando capturar la atención con bailes de moda, recreaciones de escenas de teleseries y cuanto performance puedan idear. Sin embargo, en la Región de Valparaíso, una ausencia ha llamado poderosamente la atención: la de la mismísima «Señora K».
Quien fuera figura emblemática, «presidenta» autoproclamada del partido, en la versión «Fruna» —como se dice de las imitaciones del «rucio fiero»—, ha guardado un silencio sepulcral. Su inactividad ha sido tal que ni en el chat de las exautoridades de los gobiernos de Sebastián Piñera se le ha visto, salvo por aquella ocasión en que las exautoridades de su círculo dieron su apoyo al «tío del rubio fiero», a pesar de haber pertenecido a su facción.
Un Sorpresivo Avistamiento en la Capital
Dejando atrás la Región de Valparaíso, la semana en curso trajo consigo un giro inesperado. En la lejana comuna de Las Condes, epicentro de la política capitalina, donde «Don Pancho» —aquel que aspiraba a senador en nuestra región y que, tras los resultados de la elección anterior, «sacó mal las cuentas y vio que la Pepa perdió en todos lados»— ha salido a hacer campaña.
Fue en un video de esta campaña que una cara muy conocida para este medio de comunicación hizo su aparición: la mismísima Señora K, con una evidente cara de felicidad y visiblemente «justificando» los $2.187.523 millones que le paga el Congreso. Su labor: la entrega del clásico flyer, un ejercicio de difusión cuya utilidad aún hoy muchos no logran explicar, sobre todo cuando hay candidatos que apenas los llenan de contenido. Pero, en fin, ese es tema para otra columna.
Vimos a la Señora K trabajando, justificando ese sueldo cuyo desempeño real se desconoce hasta el día de hoy. Y surge la pregunta obligada: ¿habrá solicitado permiso en las dos municipalidades donde mantiene vínculos laborales para dedicarse a la campaña en Santiago? No se inquieten, pues este medio ya está gestionando las consultas a ambos municipios para esclarecer la naturaleza de su contrato.
☕ ¿Cambio de Aire o Previsión?
De todos modos, es grato ver a nuestra amiga la Señora K caminando y haciendo «banderazo». Una escena que contrasta con la imagen recurrente que teníamos de ella: tomando café en el Club Alemán de Viña del Mar, con cobertura desde Viña hasta Puchuncaví.
Finalmente, planteamos la siguiente inquietud, más que una pregunta: ¿Qué sucedería si «Don Pancho» y la «tía Evelyn» pierden? ¿Nuestra amiga iría de inmediato a dejar currículum y a «hablar bonito» con el «tío del rucio fiero»? Solo eso dejamos flotando en el aire.
La Inesperada «K» de Las Condes: ¿Justificando el Sueldo o Buscando Refugio Político?












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