En un giro inesperado al término de su cumbre en Alaska, el presidente ruso, Vladimir Putin, invitó a su homólogo estadounidense, Donald Trump, a un próximo encuentro en Moscú. La propuesta se hizo pública después de que ambos líderes hablaran ante los medios en la base militar Elmendorf-Richardson, cerca de Anchorage.
Ante la sorpresiva invitación, Trump respondió: “Oh, es una propuesta interesante. Puede ser, yo creo que me criticarían mucho. Le agradezco mucho”. La breve interacción, capturada por las cámaras de los medios, dejó entrever una posible futura reunión entre los dos mandatarios.
La cumbre, el primer encuentro presencial entre ambos líderes desde 2018, se centró en las tensiones por la guerra en Ucrania. A pesar de la falta de acuerdos concretos, Trump calificó la reunión como «muy productiva», señalando que muchos puntos se habían resuelto y que solo quedaban «algunos pocos» sin acuerdo, aunque uno de ellos era «el más significativo». El exmandatario anunció que pronto se comunicará con la OTAN para compartir los detalles de lo discutido.
Ambos líderes se retiraron sin responder preguntas de la prensa, dejando un halo de incertidumbre sobre los avances reales logrados en la compleja situación geopolítica. Su última reunión había sido en Helsinki, Finlandia, el 16 de julio de 2018.