«Los ‘díscolos’ de RN contraatacan: El quiebre con Republicanos por el control de comisiones en el Consejo Regional amenaza con redefinir los equilibrios de poder.»
Las elecciones de consejeros regionales marcaron un antes y un después en la composición del cuerpo colegiado. El Partido Republicano se alzó como la fuerza electoral dominante, relegando a la UDI y Renovación Nacional (RN) a una representación mínima. Con una bancada mayoritaria, los republicanos buscaron consolidar su poder desde el inicio, especialmente en la crucial conformación de comisiones.
Sin embargo, lo que parecía un camino allanado para la nueva mayoría pronto encontró su primer obstáculo. Renovación Nacional, a pesar de su reducida representación, no estaba dispuesto a ceder en comisiones que consideraban estratégicas. Juan Ibacache, core de RN, aspiraba a presidir la comisión de Recursos Hídricos, mientras que Edith Quiroz, también de RN, buscaba liderar la de Turismo.
La negativa de los republicanos a ceder estas comisiones durante el primer año generó un quiebre que ha profundizado las diferencias. A pesar de que otros consejeros de RN han mantenido una línea de votación disciplinada y alineada con los republicanos en temas de consenso, Quiroz e Ibacache han optado por un camino distinto.
Ambos consejeros han votado en reiteradas ocasiones junto al Frente Amplio y el Partido Comunista, alineándose con las propuestas del oficialismo. La reciente votación del Fondo de Medios fue un claro ejemplo de esta fractura, donde sus votos se sumaron a los de la coalición de gobierno, resultando en una derrota para la oposición.
La molestia de Ibacache por no obtener la comisión de Recursos Hídricos fue tal que lo llevó a apartarse de la bancada de RN, actuando de manera independiente. Por su parte, Edith Quiroz, resentida por no ser reelegida en la comisión de Turismo, ha mantenido una postura de distanciamiento.
Esta situación adquiere una relevancia especial en el caso de Quiroz, quien aspira a la alcaldía de Los Andes. Sin embargo, su actuar revanchista y su falta de alineación con la bancada mayoritaria de derecha podrían costarle caro. Estas actitudes no solo generan la antipatía del Partido Republicano, sino que también los instan a levantar una opción propia y competitiva para la alcaldía andina, lo que complicaría aún más sus aspiraciones políticas.