Concejala Jazmín Murillo responde a críticas y reafirma su compromiso con la vivienda digna en Valparaíso
Ante recientes declaraciones de la concejala , quiero referirme con claridad y respeto a los hechos. Primero, lamento profundamente la pequeñez y la inmadurez con la que a veces se aborda la política local. Pero más allá de eso, quiero centrarme en lo importante: Valparaíso es la comuna con mayor déficit habitacional de toda la región y, proporcionalmente, del país.
En este contexto, además de tener una de las mayores concentraciones de campamentos, más de 11 mil porteños han tenido que abandonar la ciudad en los últimos años por no contar con acceso a una vivienda digna. Ante esta realidad, quienes asumimos responsabilidades políticas solo tenemos dos caminos: vender humo o ser protagonistas de las soluciones.
Valparaíso nunca contó con una comisión enfocada específicamente en la crisis habitacional. Esta función estaba insertada dentro de la Comisión de Desarrollo Urbano, la cual presidía una concejala que durante siete meses no impulsó ninguna acción concreta. Por esa razón, tomé la decisión de liderar con seriedad y compromiso esta causa.
No le llamo ambición, le llamo compromiso. Lo heredé de mi padre, Manuel Murillo, quien como Consejero Regional impulsó un cambio real en la política habitacional. Gracias a su liderazgo, se creó por primera vez una Comisión de Vivienda en el Consejo Regional, dando origen al convenio GORE-MINVU que permitió destrabar proyectos que el Estado no estaba asumiendo.
Ese convenio comenzó con 13 proyectos; hoy son 39, de los cuales seis están en construcción. Entre ellos destacan Laureles (397 familias), Alto Merced (70 familias) y Parque Baton (120 familias), todos en Valparaíso. Además, hay 14 proyectos en desarrollo que podrían beneficiar a cerca de 4 mil familias porteñas.
Como presidenta de la Comisión de Vivienda, no solo impulsaré estos avances, sino que también abordaré otras deudas históricas. Entre ellas, las situaciones sin resolver del incendio de 2014 y 2019, la situación irregular que vive Laguna Verde por falta de urbanización, y las miles de familias hacinadas en viviendas de apenas 38 metros cuadrados.
Creo profundamente en el trabajo real, honesto y transparente. Agradezco el apoyo de mis colegas concejales y de nuestra alcaldesa, y reafirmo que Valparaíso y la región necesitan cambios estructurales en las políticas públicas de vivienda.
No creo en autoridades que se limitan a fiscalizar y votar. Creo en una autoridad con gestión, iniciativa y voluntad. Entiendo la crítica de la concejala, pero también entiendo que a veces, incomoda ver a quienes sí se comprometen a transformar la realidad. Mi padre ha trabajado por los porteños incluso sin tener cargo, y su figura me recuerda a la de don Gustavo Lorca, cuya impronta en Viña del Mar aún se refleja en políticas que mejoraron la vida de miles de personas.
Mi compromiso es claro: seguir trabajando con y para la gente, y estar siempre del lado de quienes más lo necesitan.