TERREMOTO POLÍTICO: KAST DESPEGA, MATTHEI FRENA Y BORIC ALZA EL VUELO EN LA ÚLTIMA ENCUESTA ANTES DEL SILENCIO ELECTORAL
La última Encuesta Plaza Pública Cadem Nro. 595, publicada al filo de la medianoche antes de que el velo legal caiga sobre los sondeos electorales, revela un panorama político chileno en ebullición. Con las primarias a la vuelta de la esquina, los datos de la primera semana de junio no solo reafirman tendencias, sino que también lanzan advertencias y celebraciones a lo largo del espectro político.
En la carrera presidencial, José Antonio Kast (17%, +1pt) consolida su liderazgo, despegándose de una Evelyn Matthei (16%, -3pts) que parece perder fuelle en la largada. Este estrecho margen, apenas un punto porcentual, marca un antes y un después, posicionando a Kast como el candidato a batir. Detrás, la izquierda muestra una consolidación de sus figuras: Camila Vallejo (8%) logra un empate técnico con Carolina Tohá (7%), sugiriendo una contienda interna interesante en el sector.
El resto del tablero electoral lo completan Johannes Kaiser (7%), Franco Parisi (5%) y Gabriel Winter (5%), figuras que, aunque con menos apoyo, podrían jugar un rol decisivo en la distribución de votantes. Sorprendentemente, un 32% de los encuestados aún se muestra indeciso o prefiere no responder, un bolsón de votos que será crucial en la próxima etapa.
Liderazgos y Percepciones: ¿Trump o Piñera para La Moneda?
La encuesta de Cadem profundiza en los atributos de los líderes, y aquí Kast se impone con una fuerza notable. El republicano lidera en categorías clave como «carácter» (28%), «capacidad para resolver problemas» (23%), y temas candentes como la «economía» (28%), la «delincuencia y crimen organizado» (30%) y la «inmigración» (31%). Es una señal clara de que su discurso de «mano dura» y orden resuena fuertemente con una parte del electorado.
Por su parte, Evelyn Matthei se destaca en «experiencia» (30%), «credibilidad y confiabilidad» (24%), y «sentido de urgencia» (23%), además de áreas más sociales como «educación» (23%) y «medioambiente» (22%). Esto la posiciona como una opción más tradicional y moderada frente al ímpetu de Kast.
Las comparaciones internacionales son lapidarias. El liderazgo de Kast es asociado mayoritariamente con Donald Trump (44%) y Nayib Bukele (31%), dos figuras disruptivas y de corte populista. Matthei, en cambio, se mantiene en un terreno más conocido, siendo vinculada en un 50% con el expresidente Sebastián Piñera. Estas asociaciones no son triviales; configuran la percepción pública y las expectativas sobre su posible estilo de gobierno.
Boric Respira: El «Efecto Cuenta Pública» Impulsa la Esperanza Nacional
Mientras la carrera presidencial se calienta, el Presidente Gabriel Boric celebra un hito significativo. Su aprobación alcanza el 35% (+3pts), su mejor desempeño desde agosto de 2024, y esto se atribuye directamente al «efecto positivo post-cuenta pública». La desaprobación disminuye a un 59% (-2pts), sugiriendo que el discurso presidencial ha logrado captar la atención y el apoyo de una parte de la ciudadanía.
Pero no solo la aprobación presidencial levanta cabeza. Las expectativas positivas sobre el futuro del país se disparan al 44% (+4pts), alcanzando el nivel más alto desde marzo de 2022. La percepción de progreso económico llega a un notable 33% (+12pts), la cifra más alta desde septiembre de 2021. Incluso la evaluación económica personal y familiar se dispara a un 62% (+10pts), y las expectativas positivas de consumo suben a un 36% (+6pts).
Estos datos dibujan un escenario de cauteloso optimismo económico y social, que podría dar un respiro al gobierno y, quizás, influir en el ánimo general de los votantes de cara a las primarias. La pregunta ahora es si este viento a favor del oficialismo será suficiente para impulsar a sus candidatos o si la polarización presidencial se mantendrá inquebrantable.
Con la ley impidiendo nuevas publicaciones de encuestas hasta después de las primarias, este sondeo de Cadem es el último vistazo «oficial» al pulso electoral chileno. La contienda entra en una fase de silencio mediático, donde la verdadera batalla se librará en las calles y en la percepción de los votantes, sin el ruido constante de los números.