LA AMENAZA CIBERNÉTICA Y LA URGENCIA DE UNA NUBE ESTATAL EN CHILE

PEDRO HUICHALAF, DOCENTE DEL CENTRO DE CIBERSEGURIDAD DE LA UNIVERSIDAD MAYOR

El reciente ciberataque sufrido por GTD Chile, un ataque de ransomware que se ha convertido en noticia, ha desencadenado una serie de reflexiones sobre la fragilidad de la infraestructura digital y su impacto en la sociedad. No se trata simplemente de un problema para una empresa privada, sino que sus consecuencias se han extendido hacia servicios públicos críticos en Chile.

La Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados ha sido testigo de debates detallados sobre la gravedad de esta situación. Este ataque informático no solo ha dejado al descubierto la vulnerabilidad de una entidad privada, sino que ha arrojado luz sobre la profunda interconexión que existe entre los servicios públicos esenciales y la infraestructura tecnológica de nuestra nación.

Este incidente ha dado un nuevo significado a un artículo que escribí previamente, donde destacaba la importancia de discutir la «nube estatal». Una nube estatal se plantea como una solución para asegurar la integridad y continuidad de los servicios críticos que impactan directamente a los ciudadanos. Es imperativo que el Estado actúe de manera concreta para respaldar y salvaguardar estos servicios fundamentales.

Ha llegado el momento de tomar medidas adecuadas y asegurar un respaldo efectivo. No podemos permitir que servicios vitales, como la atención médica, la educación o la seguridad, estén amenazados por ciberataques. La seguridad cibernética debe ser una prioridad nacional, y esto requiere una inversión en tecnologías seguras y resistentes, así como la implementación de medidas de prevención y recuperación. Esto es esencial para garantizar la continuidad de los servicios que tienen un impacto directo en la vida de todos los chilenos. La ciberseguridad ya no es una opción; es una necesidad urgente para proteger el bienestar de nuestra sociedad.