En un giro inesperado, los alcaldes RN Fernando Rodríguez de Santo Domingo y el «Tuta» Martínez se desmarcaron de Chile Vamos para respaldar públicamente al candidato presidencial y tío del rucio farandulero el JAK. La reacción no se hizo esperar, y la primera en saltar fue la «señora K», mujer de «la buena mesa para tomar café», quien, lejos de buscar un acercamiento, optó por la confrontación.
En un gesto que muchos califican como un «autogol», la señora, al mismo estilo de Primer Plano, quiso hacer su escándalo de la semana. Desestimó el apoyo de ambos alcaldes, minimizando su relevancia y demostrando una falta de humildad que le ha costado caro. La «mordida de lengua» de la Sra. K se ha convertido en un espectáculo digno de la farándula política, un terreno en el que parece sentirse muy cómoda, a pesar de que su gestión como líder del partido del «rucio fiero», más cercano a la farándula, ha sido, según sus críticos, un fracaso.
Este nuevo episodio político deja en evidencia la crisis de liderazgo de la «oxigenación de la política» que prometían y que por estas fechas necesita un balón de oxígeno en la región, que en vez de sumar, parece estar dividiendo sus fuerzas. Ahora se suma que parte de los ex seremis y directores de servicio que estuvieron alguna vez en el mismo partido de la «señora K» se han cuadrado con el «tío del rucio farandulero». ¿Será este el inicio del fin de la política de farándula de la «señora K» en la región, o un nuevo capítulo en la comedia política de nuestra amiga?
La «mordida de lengua» de la Sra. K: un autogol con sabor a derrota
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