Valparaíso sin ascensores no puede celebrar: organizaciones ciudadanas denuncian abandono del patrimonio porteño en el Día de los Patrimonios
En el marco de las actividades del Día de los Patrimonios, distintas organizaciones ciudadanas de Valparaíso se manifiestan para denunciar el crítico estado de los ascensores patrimoniales de la ciudad, y exigir una política pública efectiva que garantice su conservación, operación y puesta en valor.
Los ascensores porteños —parte central de la declaratoria de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003— se encuentran en su mayoría fuera de funcionamiento. De los 14 ascensores que operaban al momento de la declaración, solo un número reducido funciona con regularidad, mientras otros permanecen paralizados, cerrados o completamente abandonados.
Al respecto, Pilar Espinoza, presidenta de Ascenval señaló que “los ascensores de Valparaíso que forman parte de la declaratoria de Patrimonio Mundial de la UNESCO desde el año 2003 y a más de 2 décadas, el Estado no ha cumplido sus compromisos internacionales con la UNESCO y sus deberes con la ciudad de Valparaíso. Hoy basta con caminar por el centro de la ciudad o visitar el sitio patrimonial como el barrio puerto, para poder constatar el deterioro de la mala gestión y la falta de voluntad política para proteger nuestros patrimonios. Los ascensores no son sólo parte de un patrimonio material, son parte esencial de la vida porteña, son un patrimonio vivo, medio de transporte público y corresponden al derecho a una ciudad digna y accesible que los ascensores vuelvan a funcionar. Debe ser una prioridad ciudadana, patrimonial y política”
Además de su valor histórico y simbólico, los ascensores cumplen una función urbana clave, conectando cerros y planicies, y facilitando la movilidad de cientos de vecinas y vecinos. Su deterioro, advierten, no solo representa un problema técnico, sino también social, cultural y político.
Las organizaciones hacen un llamado a las autoridades nacionales y regionales a asumir con responsabilidad los compromisos adquiridos ante la UNESCO y la ciudadanía, mediante la implementación urgente de un plan integral de restauración, mantención y operación para toda la red de ascensores patrimoniales.
Además de una política pública con enfoque territorial, que reconozca el rol de estos medios de transporte en la vida cotidiana de la ciudad.
Es necesario un modelo de gestión sostenible y transparente, que asegure su uso público y su valor como patrimonio vivo.
Intervenciones
Dentro de las manifestaciones organizadas en protesta por el estado de los ascensores, se realizaron una serie de intervenciones dentro de la ciudad, como un lienzo desplegado frente al ascensor artillería citando un pasaje del poeta Pablo de Rokha, escrito en 1965 en su libro Escritura de Valparaíso, acompañado por un lienzo del artista Pablo Suazo, de la Editorial PLO:
“Una gran bruma marina en el corazón estupefacto por la angustia de sentirse irreparable.”
Además, las organizaciones realizarán una intervención lumínica junto a agrupaciones vecinales, exponiendo el permanente abandono de los funiculares porteños.