Una grave crisis afecta a la Dirección de Seguridad Pública de Viña del Mar, en medio de denuncias de persecución política, acoso laboral y maniobras para encubrir irregularidades. Tres gestores comunitarios con más de 10 años de servicio han sido desvinculados, supuestamente por no apoyar activamente la campaña de la alcaldesa Macarena Ripamonti. Estos funcionarios, considerados anclas del área, señalan haber sido excluidos de actividades de la dirección y haber sufrido hostigamientos bajo el mando de Alejandro Urbina, director de Seguridad Pública, y sus asesores cercanos del Frente Amplio.

Tensiones internas y despidos estratégicos

La polémica también involucra al director de Seguridad Ciudadana, Gonzalo Huenumil, quien fue obligado a tomar vacaciones durante diciembre debido a sus discrepancias con Urbina. A pesar de no estar presente, Huenumil se enteró al día siguiente de que su mano derecha y operativo, José Almendares, había sido desvinculado.

Falta de patrullajes y recursos tecnológicos

A esta situación se suma otra grave deficiencia: en la parte alta de Viña del Mar no se realizan patrullajes preventivos nocturnos de Seguridad Ciudadana, dejando a la población de esos sectores sin resguardo. Asimismo, se ha revelado que la Dirección carece de drones desde hace aproximadamente un año. Este hecho, mantenido en secreto, responde a una crisis interna que también alcanzó al área responsable de este recurso. Según fuentes internas, el equipo encargado de los drones habría sido víctima de persecución política y acoso laboral, lo que llevó a sus integrantes a solicitar su traslado a Seguridad Interna.

Denuncias de irregularidades y encubrimientos

Otro hecho que agrava la situación es la denuncia hacia funcionarios , quien han sido acusado de apropiarse de bienes decomisados. Fuentes internas aseguran junto asesores han intentado encubrir estas acusaciones.

Según declaraciones recogidas en reuniones realizadas bajo la Ley de Lobby, los afectados han señalado patrones de abuso y encubrimiento que manchan la gestión de seguridad en la comuna.

Una dirección bajo cuestionamiento

Estas denuncias, que aún esperan ser abordadas públicamente por las autoridades municipales, reflejan una grave descomposición interna en una de las áreas más sensibles para la ciudadanía. La falta de transparencia y la percepción de manipulación política en la Dirección de Seguridad Pública amenazan con socavar la confianza de los viñamarinos en sus instituciones.

El silencio de Ripamonti

Hasta el cierre de esta edición, la alcaldesa Macarena Ripamonti no se ha pronunciado sobre estos hechos, pese a que los involucrados apuntan directamente a su administración. La comunidad espera respuestas claras y acciones contundentes frente a lo que parece ser un terremoto ético y administrativo en Seguridad Pública.